sábado, 28 de diciembre de 2013


LA REBELIÓN DEL OTOÑO

Poemas Luis Valdez Pallete

IPEC

Instituto Peruano de Cultura

A Dante, mi hijo, quien

puso San Petersburgo

ante mis ojos, para que

en el seno de esta maravilla

escuchara su alma y amor

en forma de música.

                                   A mi entrañable amigo

                                   Olintho Ugarte Salazar,

                                   quien impulsó a Dante

                                   hasta San Petersburgo,

                                   como impulsó mi pluma

                                   hasta la poesía, en los

                                   manantiales días de

                                   nuestra adolescencia.

                                                                       A San Petersburgo, ciudad

                                                                       de genios, a la que nunca

                                                                       terminaré de conocer, porque

                                                                       la creación y la belleza son

                                                                       inacabables y eternas.

 

A Yulia Kandakova

cuya ternura sin límites

inspiró la rebelión del otoño.

 

LA

REBELIÓN

DEL OTOÑO

Poemas

Luis Valdez Pallete

 

 

Introducción Testimonial

Las Estaciones de Luis

 

El Otoño prolonga al poeta hasta la estación siguiente que no siempre es el invierno.

Luis Valdez Pallete, poeta desde siempre, me dio súbitamente la buena nueva. Voy a publicar, me dijo, ¿te puedes encargar de la edición?. Claro, respondí sorprendido, ¿acaso lo dudas?. Yo acababa de llegar de Arequipa y no niego que hubo mucho de cortesía en mi respuesta, pues no era la primera vez que Luis hacía esos anuncios.

Ya instalado en mi casa recordé momentos similares anteriores. Publicar su poesía fue siempre una necesidad vital, que se vio truncada por muchos factores. Sin embargo esa tarde de marzo observé en él una emoción contenida que no supe decodificar. Ese raro brillo en sus ojos enunciaba algo nuevo.

No me equivoqué. Al día siguiente dejó un sobre en mi casa. Al abrirlo me invadió una alegría que removió mis paredes. Leí tres, cuatro y hasta diez veces las veinticuatro carillas de "La Rebelión del Otoño". Sabía que no debía dejar escapar esta oportunidad. No podía dar tiempo a que él se arrepienta. Me posesioné de la computadora y en los siguientes diez días Luis desarrolló una apasionante labor creativa para pulir cada imagen, cada verso, cada palabra, cada silencio.

Son treinta años los de nuestra amistad. Tanto afecto puro, desinteresado y recíproco nos ha construido el gesto, la emoción y el cariño. Como buen arequipeño, se ha rebelado a la psicología propia del habitante de su generación. No oculta su pasión ni destella "ese aire mediocre, tristón y soledoso" de quienes se deprimen con el paso de los años.

Recuerdo la noche de hace treinta años en que mi patota de barrio conoció de su vasta cultura. Se emocionó mi adolescencia e inauguré un proceso de aprendizaje que prosigue aún. Por él conocí el teatro. Luis acababa de ganar el Tumi de Oro al mejor Primer Actor en el II Festival Nacional de Teatro, actuando con el grupo "Talía" de Arequipa. Se sentía feliz de no haber defraudado a su hermano José que era y es el Director de este hito teatral mistiano. Juntos nos nutrimos de ese extenso, complejo y bello universo que es el arte dramático.

En 1973 publicó "Los Años Doblados". El poemario se presentó en la ANEA y en ÍNSULA. El público se emocionó con este poeta que tiene como virtudes adicionales la voz y la expresión. Cada imagen tiene su sonido. El las siente cuando lee y las dice con precisión. Es un intérprete que propicia en el receptor no sólo la asimilación inmediata de su vivencia, sino una proyección imaginativa que no tiene cercos. Coloca al oyente en el umbral de la recreación. A mí me cabe la satisfacción de haberlo escuchado innumerables veces, de haber actuado en obras teatrales de su creación y de haber sido productor en los montajes de las obras y espectáculos de sus hijos Dante y Gustavo. Por eso puedo hablar de él con tanta emoción y conocimiento sin pretender objetividad alguna.

Un Productor chileno que estuvo en el Perú en 1976 asistió al estreno de "Terror y Miserias del III Reich" de Brecht en "La Cabaña" y expresó que muy pocas veces había visto en América un actor de su nivel interpretativo. Luis dirigió la puesta en escena e interpretó en "La Búsqueda del Derecho", el difícil papel de un juez que se debatía entre el dictado de su conciencia y el de la dictadura nazi.

Recuerdo que en esa época, todo el patrimonio que pudo acumular en su carrera profesional de abogado, lo puso a disposición de ese montaje y del proyecto cultural que forjó a partir de la conformación del Taller de Arte Dramático "Tiempo Rebelde" que tuve la satisfacción de fundar con él.

 

Luego vino su acercamiento al arte de los Andes y de los pueblos marginados. Impulsó grupos de teatro, pintura y literatura. Sus condiciones de filósofo del arte y de promotor cultural se hicieron evidentes. Trajinaba al lado de conjuntos de quenas y zamponas por calles y punas, en la ciudad y en el campo, para luego volver a su bufete de abogado, generar la economía que le permitiera satisfacer las necesidades de sus hijos y contribuir, sin guardar nada para él, al desarrollo de las manifestaciones culturales que se identificaban con las legítimas aspiraciones de los más sufridos.

Este aspecto de su prolífica labor se sintetiza en la dedicatoria que en su Tesis hace el antropólogo Hernán Cornejo: "Filialmente, al Dr. Luis Valdez Pallete, forjador silencioso de un movimiento cultural inspirado en las más sentidas aspiraciones del pueblo, a quien muchos deben su formación y desarrollo, aunque no todos se lo reconozcan y agradezcan"

Como abogado ha defendido y defiende los derechos de muchísima gente sin recursos. Cuando en los años 70 el Perú se agrietaba de pobreza, sindicatos, asociaciones, federaciones y pueblos, conocieron de su enjundioso y juicioso verbo en las asambleas donde los orientaba y en los tribunales donde los defendía. Por supuesto que actuaba apasionadamente sin importarle los honorarios ni el peligro.

El fallecimiento de sus padres, a quienes amaba tierna y apasionadamente, lo remeció hasta sus más profundos cimientos espirituales. Comprender su dolor era apreciar la magnitud del cariño al interior de la familia Valdez Pallete, donde el amor entre padres e hijos y entre hermanos, constituyen las columnas vertebrales de su ejemplar conducta. Estos hechos que templaban el alma del poeta, profundizaron la vinculación con sus hijos, con quienes compartía íntimamente la tragedia de haber quedado viudo cuando los frutos de su bello romance eran muy tiernos aún. El amor por ellos, a quienes les dedicaba todo su tiempo libre, lo alejó de la creación poética. Años después, el amor de sus hijos por él lo han regresado a la creación poética.

Son inmensas las emociones que ellos le vienen deparando. Fue veinte días a Rusia y ha sido testigo del reconocimiento que San Petersburgo tributó a su hijo Dante, luego de que la Orquesta Sinfónica de esa capital de la música, estrenara su cantata "Los Años Doblados" inspirada en poemas de su padre. Dante Valdez es el primer compositor peruano que ha sido interpretado en Rusia. Su hijo Gustavo lo enorgulleció con el primer álbum L.P. de sus composiciones, interpretadas por él mismo, y con su Video Clip. A ello se agrega el liderazgo evidente de Hernán Cornejo -a quien Luis considera un tercer hijo- como docente universitario e investigador antropológico, autor de tres libros.

Pero eso no es todo porque la poesía de la propia vida le viene deparando emociones que no calculó. Gustavo acaba de poner ante sus ojos una bella Mélody, nietecita que hoy llena una parte del hemisferio de Luis, porque la otra gran noticia que ha recibido es el nuevo heredero que desde Rusia le ha anunciado Dante.

Yo me he preguntado en estos días el significado de mi amistad con este poeta. La mejor imagen que he encontrado para responderme, es que ser su amigo es cruzar una puerta que abre caminos en muchas direcciones. Infinitos e insospechados caminos que se transitan con la conciencia abierta, atenta.

Luis Valdez Pallete es un poeta de mano y pecho extendidos. Cómo filósofo del arte, promotor cultural, periodista y hombre de teatro es un poeta. No exagero al afirmar que como abogado de los más necesitados también es un poeta. Cada etapa de su vida la ha vivido plena y profundamente. El las reconoce, las asume y las defiende.

La Rebelión del Otoño encarna la posibilidad de amar cristalinamente sin atormentarse por diferencias generacionales y poema el motivo de esa conmoción vivificante por la que Luis está navegando durante esta estación atravesada por el brillo renovado de sus ojos.

Roberto Bocanegra Herrera

 

PRÓLOGO

LUIS VALDEZ PALLETE

Y LA REBELIÓN DE LA POESÍA

1. El tiempo de la poesía y el amor es infinito

Un hombre pasea con su sensibilidad a cuestas, con su noble manera de ligarse al resto de los hombres, a la humanidad. Un hombre camina silencioso con su puñado de versos en los ojos, en esa mirada distinta que ve más allá de los contornos inmediatos de las cosas, versos que estallan en la garganta, en la piel, en el sereno canto del pensamiento, en la arisca flor de la rebeldía... y no llega a esparcir y grabar su música en la tierra, en las anchas avenidas de la soledad y el desencanto que parecen tragar nuestra más íntima ilusión.

Pero ese hombre -Luis Valdez Pallete- que parece observar apacible los eventos más radiantes y aquellos más oscuros de la vida, no es en modo alguno un extranjero en el territorio sin fronteras que es la poesía: en 1973 publicó Los Años Doblados, un primer poemario cuyas virtudes la crítica resaltó con entusiasmo, en el cual, con versos medidos, equilibrados, de una tersa textura, el poeta exalta las motivaciones más nobles y sentidas en la vida de los hombres, sus postergados anhelos de justicia y realización integral, sin excluir el deseo y el amor (^Circundaré tu mirada/ con poesía arrancada la inocencia...,",V)

 

Por ello, la publicación de La Rebelión del Otoño, que ahora nos entrega Luis Valdez, no es tanto un retorno a la palabra escrita -pues el poeta no ha cesado de labrar una voz personal- sino un salto a la expresión cabal de su talento poético.

2.- Erotismo y ternura en la poesía de Luis Valdez

Una de las líneas más notables de la poesía peruana contemporánea es aquella en la que el fuego de la pasión amorosa es no diluido sino atemperado, contenido por ese sentimiento que pone en relieve, por decirlo de algún modo, al niño que vive en cada uno de nosotros: la ternura. Aquí el arrebato, el desborde, el erotismo desenfrenado expresados en metáforas de una belleza violenta, torrencial -Francisco Bendezú, Enrique Verástegui- ceden el paso a la expresión cristalina, a la magia de la sencillez que pausada, limpiamente discurren sin tropiezos en el poema -Oquendo de Amat, Juan Gonzalo Rose-.

En esta vertiente se instala, con firmeza, La Rebelión del Otoño, libro que Luis Valdez nos entrega luego de más de 2 décadas de publicado Los Años Doblados. Hablamos, en este caso, de una poesía cuya serena pero intensa belleza se apoya en un apreciable control de las imágenes que fluyen armónicamente con un ritmo interior semejante a las aguas de un río que domina su cauce, es decir, reproducen el lenguaje común de dos cuerpos que se reconocen idénticos, desde el asombro de la revelación primera hasta el registro íntegro de la experiencia, desde el asedio inicial hasta la total posesión.

Pero este rasgo central del poemario nos remite a una dimensión más profunda, espiritual, en la que Luis Valdez, dueño de sus circunstancias, se instala con madurez, con sabiduría, con regocijo en el universo del amor. Por ello, el poemario se abre con unos versos memorables ("Soy otoño/rebelde al tiempo/caminante del alba", La Rebelión del Otoño) que sitúan al poeta asumiendo cabalmente el estadio que transita, el otoño de la vida, transfigurado -por el amor- en una estación total, llena de vitalidad y ajena al declive, y se cierra con un resuelto alegato en favor de la vida y el valor humano ("La madurez/ la decide el hombre/ cuando es capaz de acariciar/ el beso de los hijos/ y la pasión/ de la mujer amada/ sin que le transpire de angustia/ la conciencia/ sin que le tiemble el amor/ de miedo", La Madurez).

La Rebelión del Otoño es, entonces, un recorrido por los pasajes misteriosos del amor, cuya magia, incluso en los momentos de intensa sensualidad, no excluye sino enfatiza la ternura como un componente medular ("veo centellar/ entonces/ los inquietos pezones/ de tu despertar/ y advierto/ la niña ternura / de tu piel" Las tiernas colinas de San Petersburgo VI), y es al mismo tiempo, una posibilidad de acceder a la redención del hombre terrenal ("Construiremos juntos/ otro mar/ otra tierra/ otras estrellas", Id XI)

3. La Rebelión del Otoño: Poesía y libertad

¿A qué borronear con torpeza más líneas sobre un libro en el que Luis Valdez se muestra en claro dominio de sus recursos expresivos? ¿Qué otro atisbo impreciso mencionar sobre una poesía ya entrañable, que tanto deslumbra como conmueve?. Tal vez el sentimiento más recóndito que nos produce su lectura y relectura: la poesía, hecha desde la orilla de la sinceridad, alcanza una dimensión ética y social trascendente y es, como el acto de amor, un ejercicio de libertad, una apelación a no dejarse morir, a hacer de todos los estadios de la vida un permanente disfrute humano, una invitación amable a moldear un universo donde no exista muerte/ almas oscuras/ flores secas.

Jorge Luis Roncal Otoño, 97

 

Te amo

me amas tú

dos amantes

más amantes

que el amor

GUSTAVO VALDEZ*

 

La  Rebelión del Otoño

Soy otoño

rebelde al tiempo

caminante del alba

mi corazón no acepta edad

ni estaciones

enfrento al viento

no le permito alejar mis hojas

a distancias que no alcance

estoy enamorado de una flor

de primavera

en mis ramas sosegadas

circula adolescencia

ilusión

misterio

ungüento de musas

le disputo al cielo

el éxtasis

la infinitud

la luna

los ruiseñores entonan

en mis ramas

un romance sin edades

la vida coquetea sus ojos

en mi rebeldía

la doncella enrojece

su corola

y me entrega en secreto

el rubí de

su inocencia.

 

Las tiernas colinas

de San Petersburgo

I

Contemplaba obnubilado

la ciudad San Petersburgo

cuando escuché tu nostalgia

Mirarte

inició mi entrega

traías una mañana

en tus manos

un rosario de esperanzas

iluminaba tus ojos

en tus senos titilaban

fresas de pubertad

Bebimos juntos

interminables calles

de palabras

nos engrieron palacios

catedrales

conciertos

hicimos de los legendarios puentes

pergaminos secretos

de nuestras confidencias

 

Un día despertó mi poesía

toque tu cuerpo

te habías convertido en uva

tuve el valor de detenerla

en el centro de mi lengua

el calor de tu presencia

derritió mi paladar

transformamos los abrazos

en un solo corazón

a voz abierta

eras uva

todo mi cuerpo sed

El Ermitage guiñó su historia

al ver nuestra alegría

jugando en su pasado

la nieve atisbó curiosa

el nervioso destino

del otoño y la flor

 

II

Átame de labios

a tu inmenso canto

relátame en tu aliento

la palidez de tus párpados

la longitud de tu espíritu

el temblor de tus manos

 

Átame de labios

a tu inmenso canto

beberé tus penas

hasta hacerme astillas

sin más anhelo

que tú

 

III

Deja que tus tiernas colinas

de diosa adolescente

me den vida

déjame frotar tu alma

hasta hacerla brillar

como una entrega

déjame llover en tus entrañas

arrancando de tu insomnio

los deseos que amoratan

mis labios

de tanto contener mis ansias

deja resplandecer mis ojos

parpadeando en tus jardines

mientras mi tacto dormita

bajo el néctar auroral

de tu candor

Cuando tu amor

acceda a nuestra entrega

me envolveré en estos versos

para internarme sigiloso

en los bolsillos de la noche

desde allí cuidaré pleno

la sensualidad de tu ternura

 

IV

Deseo tanto

descubrir con mis labios

uno a uno

los poros de tu piel

que cuando me des a beber

del embravecido mar

de todos tus extremos

nos convertiremos

en padre y madre

de sensaciones violeta

no inventadas todavía

por el hombre

no imaginadas por la luna

que cree conocer

todas las formas posibles

del amor

 

Cuando el adolescente temblor

de tu sonrisa

me permita

enrojecer con mis labios

el rosado rostro de tu piel

se enfriará de emoción el sol

al ver nuestros cuerpos

asumiendo ardientes

la tarea de ser fuego

Cuando tus deseos en botón

inyecten savia

en mis suspiros otoñales

la aurora se alojará

en mi lluvia

y recostada en el rocío

recibirá la visita

del crepúsculo

 

Deseo tanto

Acariciar la tez

de tus secretas fantasías

que siento alborotarse

en mí

la excitación

de todos los amantes

de la tierra

 

V

Estoy en ti

embriagando tus mejillas

de rubor

con mi sonrisa

amándote

como alma el amor

a la pasión

la quietud

a la vida

el placer

a la piel

sumergiéndome

en tu escalofrío púber

ingenuo como el mar

antes de la tormenta

 

Estoy en ti

siento que me sientes

 

VI

Son facciones de mujer

en tu inocencia

las que encienden mi pasión

hasta tus senos

 

Cuando tomo

entre mis brazos

la ilusión

de tus pupilas tiernas

de tornas fuego azul

y vuelas

hasta hacerte una nostalgia

en el espacio

veo centellar

entonces

los inquietos pezones

de tu despertar

y advierto

la niña ternura

de tu piel

donde rocío amoroso

el vapor de mi silencio

 

VII

Eres el mar

te encuentro cada día

en el final

de tus primeras olas

en el principio

de tus últimos ríos

en el iris

donde te acaricia

el sol

en la aurora

reunida en tu regazo

para darnos el color

 

Te encuentro cada noche

en la ribera

cuando acurrucas mi temblor de frío

colmándolo de espuma virgen

cuando abres tus olas

a mi caudal de hombre

para hospedarlo excitada

en la llama azul

de tu misterio

 

 

VIII

Cuando aquella noche

de marzo

me entregaste el capullo

de tus años

el cutis de mis recuerdos

ardió de pubertad

 

Cuán lejos

la encorvada lágrima

de mis secas noches

de infortunio

cuán cerca los labios

que tiñen de aurora

la piel de las horas oscuras

 

Cuando aquella noche

me entregaste la vida

comprobé pasmado

que resucitar

no es cosa de milagro

En mí sólo bastaron

tus manos de rosa

paseando por mi rostro

tu edad

que me entibió la sangre

y echó a andar mi corazón

IX

El hombre

concibió la tristeza

un instante después

de su primer pecado

desde entonces

su problema

no es pecar

es arrepentirse

 

X

Recordar San Petersburgo

es amar

tus tiernos años

abrazados a los míos

es amar

tu palidez ingenua

atravesándome

de verso a verso

es amar

tu cosquilleo de pluma

golpeando la burbuja

de mis labios entreabiertos

es amar

los ardientes torbellinos

de tus volcanes tibios

soltando juguetones

de su secreto

a mi saliva

es amar

tu sensualidad

de acequia virgen

intuyendo caudales

en mares cercanos

 

recordar San Petersburgo

es amamantar en mi memoria

la turbación de tus auroras

la sigilosa mirada

de tu núbil coqueteo

humedeciendo los secretos

 

Recordar San Petersburgo

es volver al ermitaño parque

donde suspirando estrellas

cruzábamos la noche

arropando con nieve

nuestros sueños

 

XI

Construiremos juntos

otro mar

otra tierra

otros astros

haremos otro universo

donde no exista muerte

almas oscuras

flores secas

donde sean inmortales

la belleza de las flores

la alegría del hombre

la paz

En ese nuevo universo

el amor será

el agua

el aire

la vida eterna

 

MUJER INFINITA

Mujer

tú naciste el día

en que el amor sintió

los latidos del hombre

En ese instante

tu sonrisa tornó en espíritu

la bóveda celeste

y las estrellas engendraron

corazones azucena

a los que diste de lactar

zumo de bien

 

Mujer

tú solo morirías

si un día el odio fuese capaz

de quebrar tu madre vientre

hasta hacerlo cenizas

desprendidas de la nada

 

No morirás

la nada es mentira

 

tus entrañas

son flores

 

todos los días crecen

en el bosque infinito

de la materia eterna

 

LA MADUREZ

La madurez no se alcanza

se decide

 

El hombre se desprende del árbol

de sus años

cuando la voluntad abona

el pensamiento

la conducta

el surco por donde avanzamos

y regresamos del deber

 

La madurez no es meta

ni comienzo

 

La madurez es mirarse en el espejo

sin subir el rubor hasta los ojos

sin bajar la mirada

sobre el rostro

 

La madurez

la decide el hombre

cuando es capaz de acariciar

el beso de los hijos

y la pasión

de la mujer amada

sin que le transpire de angustia

la conciencia

sin que le tiemble el amor

de miedo


 

 

INDICE

 

Las Estaciones  de Luis (Introducción Testimonial)

por Roberto Bocanegra Herrera……………………………………………….

 

Luis Valdez Pallete y la Rebelión de la Poesía

(Prólogo)  por Jorge Luis Roncal……………………………………………

 

La Rebelión del Otoño

Las tiernas colinas de San Petersburgo………………………………

 

I…………………………………………………………………………..…..

II…………………………………………………………………………..….

III…………………………………………………………………………..….

IV………………………………………………………………………….….

V…………………………………………………………………………..….

VI…………………………………………………………………………..…

VII……………………………………………………………………….……

VIII……………………………………………………………………….…..

IX……………………………………………………………………….…….

X……………………………………………………………………….…….

XI………………………………………………………………………….….

Mujer Infinita…………………………………………………………….…

La Madurez………………………………………………………………...

 

 

 

 

 

Luis Valdez Pallete (Arequipa, 1940) Publicó su primer libro de poemas Los Años Doblados en 1973, traducido recientemente al ruso, el cual constituye la letra de la cantata del mismo nombre del compositor arequipeño Dante Valdez, que ha sido estrenada en la Catedral Smolny de San Petersburgo (Rusia) por la Orquesta Sinfónica Estatal de esa ciudad y el Coro del Conservatorio «Rimsky Korsakov», dentro del VI Festival Internacional «De la Vanguardia hasta nuestros Días» realizado en marzo de 1997. La Rebelión del Otoño es su segundo libro de poemas.

En 1967, integrando el Teatro «Talia» de Arequipa, obtuvo el Tumi de Oro al Mejor Primer Actor en el II Festival Nacional de Teatro, cuyo Jurado estuvo integrado por José Miguel Oviedo, Alfonso La Torre, Ricardo Blume y Elena Portocarrero. En 1973 su obra « Los Mismos » obtuvo el Primer Premio en el I Festival Nacional de Teatro Popular. En 1976, fundó y dirigió el Taller de Arte Dramático «Tiempo Rebelde» de Lima, montando creativamente «Terror y Miserias del III Reich» de Bertolt Brecht.

Ha publicado en diarios y revistas de Arequipa, Lima e Iquitos, donde dirigió el Diario «El Eco-». En 1968 la Revista «Aportes» de París y Editorial «Tiempo Nuevo» de Venezuela publicaron su ensayo socio-periodístico «Antecedentes de la Nueva Orientación de la Fuerzas Armadas en el Perú».

Actualmente el autor de La Rebelión del Otoño es Presidente del Instituto Peruano de Cultura IPEC, integrante del Comité Directivo de la Revista «Alma Matinal» y Secretario de la Asociación Cultural Arequipa «AREQultura» de la que es uno de sus fundadores y Director de su Revista.

Luis Valdez Pallete optó el grado de Doctor en Periodismo en la Universidad Par­ticular «San Martín de Porres» y el título de Abogado en la Universidad Nacional de San Agustín. Sus estudios escolares los realizó en los Colegios San José, La Salle y Militar Francisco Bolognesi de Arequipa. Como excadete de este último, viene desempeñando la Vice-Presidencia de la Federación de Excadetes de Colegios Mi­litares del Perú.



* Balada “MAS AMANTES QUE EL AMOR” – Cassete Cs- VO -01- IPEC-1992

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