viernes, 18 de junio de 2010

MURIO SARAMAGO (El Comercio)

LAS FRASES INMORTALES
Entre libros y palabras, el escritor portugués se va hoy dejando tras de sí frases que definen el pensamiento de una de las plumas más brillantes del siglo XX.

LITERATURA
-“Yo no escribo para agradar ni tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar” (2009). – “Sigo escribiendo, intentándolas comprender (las cosas), porque no tengo nada mejor que hacer y sabiendo que llegaré al final sabiendo lo mismo que sabía antes, es decir poco o casi nada” (2007). – “El triunfo nunca ha sido un objetivo para mi” (2007). – “En un tiempo como el de ahora, en el que tan fácilmente se desprecia a los mayores, creo que soy un ejemplo muy bueno. Entre los 60 y los 84 he hecho una obra. Por tanto ¡ojo con los viejos!” (2007). – “Antes de empezar a escribir, tengo que escuchar lo que suena en mi cabeza, porque si acabo una frase con todo sentido, pero a esa frase le faltan armonía y melodía, es que aún sigue incompleta” (2007). – “No es que sea pesimista, es que el mundo es pésimo” (2005). – “El escritor es sólo un pobre diablo que trabaja” (2004). – “Yo no escribo por amor, sino por desasosiego; escribo porque no me gusta el mundo donde estoy viviendo” (2003). – “Si la literatura pudiera cambiar el mundo, ya lo habría hecho” (1999).

PREMIO NOBEL DE LITERATURA 1998 (DISCURSO DE ACEPTACIÓN) – “El hombre más sabio que he conocido en toda mi vida no sabía leer ni escribir”. – “Conocí gente del pueblo engañada por una Iglesia tan cómplice como beneficiaria del poder del Estado y de los terratenientes latifundistas, gente permanentemente vigilada por la policía, gente que durante innumerables veces fue víctima inocente de las arbitrariedades de una justicia falsa”. – “No he tenido que renunciar al comunismo para llegar al Nobel”.

POLÍTICA – “Antes nos gustaba decir que la derecha era estúpida, pero hoy día no conozco nada más estúpido que la izquierda” (2007). – “Disentir es uno de los derechos que le faltan a la Declaración de los Derechos Humanos” (2009). – George Bush, Tony Blair y José María Aznar son ejemplos de “mentiras universales” (2005). – La democracia se ha convertido “en un instrumento de dominio del poder económico y no tiene ninguna capacidad de controlar los abusos de este poder” (2004). – Sobre los secuestrados en Colombia: “Tres mil personas exigen en Colombia que sus vidas no sean utilizadas como peones en un ajedrez de intereses que no son los suyos” (2004). – “Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia” (2005). – Con la elección del alemán Joseph Ratzinger como Papa “la Inquisición ha subido al poder” (2005). – “Ser comunista, socialista, o tener cualquier otra ideología es una cuestión hormonal” (1999). – Sobre el Sahara: “La ONU debe imponer a Marruecos la obligación de cumplir con sus resoluciones porque no se puede, no vamos a repetir aquí, en este caso, lo que pasó y continúa pasando con el problema de la causa palestina” (2009).

MODERNIDAD – “El centro comercial es la nueva catedral de la sociedad actual” (2001). – El bombardeo informático y de la televisión “nos ha rodeado de un ruido de fondo que nos impide pensar, dialogar y que las personas se encuentren frente a frente” (1997). – “Estamos llegando al fin de una civilización , sin tiempo para reflexionar, en la que se ha impuesto una especie de impudor que nos ha llegado a convencer de que la privacidad no existe” (2001).

MUERTE – La muerte es un proceso “natural, casi inconsciente”. “Entraré en la nada y me disolveré en ella” (2005). – “Nuestra única defensa contra la muerte es el amor” (2005). – “Espero morir como he vivido, respetándome a mí mismo como condición para respetar a los demás y sin perder la idea de que el mundo debe ser otro y no esta cosa infame” (1998). – “El menor de los males de nuestra civilización es la indiferencia y el mayor la violencia y ahora nos movemos inevitablemente entre ambos polos negativos” (1996).

La editorial Santillana también ha recopilado algunas de las frases más importantes del escritor.

“Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar, necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte”. (Última entrada en el blog de José Saramago, bajo el título “Pensar, pensar”).

“Escribo para comprender, y desearía que el lector hiciera lo mismo, es decir, que leyera para comprender. ¿Comprender qué? No para comprender en la línea que yo estoy tratando de hacerlo; él tiene sus propios motivos y razones para comprender algo, pero ese algo lo determina él”.

“En cierto sentido se podría decir que, letra a letra, palabra a palabra, página a página, libro a libro, he venido, sucesivamente, implantando en el hombre que fui los personajes que creé. Considero que sin ellos no sería la persona que soy hoy, sin ellos tal vez mi vida no hubiese logrado ser más que un esbozo impreciso, una promesa como tantas otras que de promesa no consiguieron pasar, la existencia de alguien que tal vez pudiese haber sido y no llegó a ser”.

“La importancia que puede tener usar una palabra en vez de otra, aquí, más allá, un verbo más certero, un adjetivo menos visible, parece nada y finalmente lo es todo”.

“Un libro es casi un objeto. Porque si es verdad que es algo voluminoso, que se puede tocar, abrir, cerrar, colocar en un estante, mirar e incluso oler (¿quién no ha aspirado alguna vez el aroma de la tinta y el papel ya fundidos en una página?) también es verdad que un libro es más que eso, porque dentro lleva, nada más y nada menos, la persona que es el autor. De ahí que sea necesario tener mucho cuidado con los libros, enfrentarse a ellos dispuestos a dialogar, a entender y a tratar de contarles lo que nosotros mismos somos. Los buenos libros, que es de lo que aquí se trata, están hechos con la honestidad y el trabajo de autor, luego hay que tratarlos también con honestidad y sin regatear esfuerzos”.

“Llevamos siglos preguntándonos los unos a los otros para qué sirve la literatura y el hecho de que no exista respuesta no desanimará a los futuros preguntadores. No hay respuesta posible. O las hay infinitas: la literatura sirve para entrar en una librería y sentarse en casa, por ejemplo. O para ayudar a pensar. O para nada. ¿Por qué ese sentido utilitario de las cosas? Si hay que buscar el sentido de la música, de la filosofía, de una rosa, es que no estamos entendiendo nada. Un tenedor tiene una función. La literatura no tiene una función. Aunque pueda consolar a una persona. Aunque te pueda hacer reír. Para empeorar la literatura basta con que se deje de respetar el idioma. Por ahí se empieza y por ahí se acaba”.

martes, 1 de junio de 2010

EL IMPERIO DEL CONSUMO por Eduardo Galeano

La explosión del consumo en el mundo actual mete más ruido que todas las guerras y arma más alboroto que todos los carnavales.
Como dice un viejo proverbio turco, quien bebe a cuenta, se emborracha el doble. La parranda aturde y nubla la mirada; esta gran borrachera universal parece no tener límites en el tiempo ni en el espacio. Pero la cultura de consumo suena mucho, como el tambor, porque está vacía; y a la hora de la verdad, cuando el estrépito cesa y se acaba la fiesta, el borracho despierta, solo, acompañado por su sombra y por los platos rotos que debe pagar. La expansión de la demanda choca con las fronteras que le impone el mismo sistema que la genera .
El sistema necesita mercados cada vez más abiertos y más amplios, como los pulmones necesitan el aire, y a la vez necesita que anden por los suelos, como andan, los precios de las materias primas y de la fuerza humana de trabajo. El sistema habla en nombre de todos, a todos dirige sus imperiosas órdenes de consumo, entre todos difunde la fiebre compradora; pero ni modo: para casi todos esta aventura comienza y termina en la pantalla del televisor.
La mayoría, que se endeuda para tener cosas, termina teniendo nada más que deudas para pagar deudas que generan nuevas deudas, y acaba consumiendo fantasías que a veces materializa delinquiendo.
El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuánto consumes y te diré cuánto vales. Esta civilización no deja dormir a las flores ni a las gallinas ni a la gente.
En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche.
Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar. Este modo de vida no es muy bueno para la gente, pero es muy bueno para la industria farmacéutica. EEUU consume la mitad de los sedantes, ansiolíticos y demás drogas químicas que se venden legalmente en el mundo, y más de la mitad de las drogas prohibidas que se venden ilegalmente, lo que no es moco de pavo si se tiene en cuenta que EEUU apenas suma el cinco por ciento de la población mundial.
«Gente infeliz, la que vive comparándose», lamenta una mujer en el barrio del Buceo, en Montevideo. El dolor de ya no ser, que otrora cantara el tango, ha dejado paso a la vergüenza de no tener.
Un hombre pobre es un pobre hombre. «Cuando no tenés nada, pensás que no valés nada», dice un muchacho en el barrio Villa Fiorito, de Buenos Aires. Y otro comprueba, en la ciudad dominicana de San Francisco de Macorís: «Mis hermanos trabajan para las marcas. Viven comprando etiquetas, y viven sudando la gota gorda para pagar las cuotas».
Invisible violencia del mercado: la diversidad es enemiga de la rentabilidad, y la uniformidad manda. La producción en serie, en escala gigantesca, impone en todas partes sus obligatorias pautas de consumo. Esta dictadura de la uniformización obligatoria es más devastadora que cualquier dictadura del partido único: impone, en el mundo entero, un modo de vida que reproduce a los seres humanos como fotocopias del consumidor ejemplar. El consumidor ejemplar es el hombre quieto.
Esta civilización, que confunde la cantidad con la calidad, confunde la gordura con la buena alimentación. Según la revista científica The Lancet, en la última década la «obesidad severa» ha crecido casi un 30 % entre la población joven de los países más desarrollados. Entre los niños norteamericanos, la obesidad aumentó en un 40% en los últimos dieciséis años, según la investigación reciente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado. El país que inventó las comidas y bebidas light, los diet food y los alimentos fat free, tiene la mayor cantidad de gordos del mundo. El consumidor ejemplar sólo se baja del automóvil para trabajar y para mirar televisión. Sentado ante la pantalla chica, pasa cuatro horas diarias devorando comida de plástico.
Triunfa la basura disfrazada de comida: esta industria está conquistando los paladares del mundo y está haciendo trizas las tradiciones de la cocina local. Las costumbres del buen comer, que vienen de lejos, tienen, en algunos países, miles de años de refinamiento y diversidad, y son un patrimonio colectivo que de alguna manera está en los fogones de todos y no sólo en la mesa de los ricos. Esas tradiciones, esas señas de identidad cultural, esas fiestas de la vida, están siendo apabulladas, de manera fulminante, por la imposición del saber químico y único: la globalización de la hamburguesa, la dictadura de la fast food. La plastificación de la comida en escala mundial, obra de McDonald’s, Burger King y otras fábricas, viola exitosamente el derecho a la autodeterminación de la cocina: sagrado derecho, porque en la boca tiene el alma una de sus puertas.
El campeonato mundial de fútbol del 98 nos confirmó, entre otras cosas, que la tarjeta MasterCard tonifica los músculos, que la Coca-Cola brinda eterna juventud y que el menú de McDonald’s no puede faltar en la barriga de un buen atleta. El inmenso ejército de McDonald’s dispara hamburguesas a las bocas de los niños y de los adultos en el planeta entero. El doble arco de esa M sirvió de estandarte, durante la reciente conquista de los países del Este de Europa. Las colas ante el McDonald’s de Moscú, inaugurado en 1990 con bombos y platillos, simbolizaron la victoria de Occidente con tanta elocuencia como el desmoronamiento del Muro de Berlín. Un signo de los tiempos: esta empresa, que encarna las virtudes del mundo libre, niega a sus empleados la libertad de afiliarse a ningún sindicato.
McDonald’s viola, así, un derecho legalmente consagrado en los muchos países donde opera. En 1997, algunos trabajadores, miembros de eso que la empresa llama la Macfamilia, intentaron sindicalizarse en un restorán de Montreal en Canadá: el restorán cerró. Pero en el 98, otros empleados de McDonald’s, en una pequeña ciudad cercana a Vancouver, lograron esa conquista, digna de la Guía Guinness.
Las masas consumidoras reciben órdenes en un idioma universal: la publicidad ha logrado lo que el esperanto quiso y no pudo. Cualquiera entiende, en cualquier lugar, los mensajes que el televisor transmite. En el último cuarto de siglo, los gastos de publicidad se han duplicado en el mundo. Gracias a ellos, los niños pobres toman cada vez más Coca-Cola y cada vez menos leche, y el tiempo de ocio se va haciendo tiempo de consumo obligatorio.
Tiempo libre, tiempo prisionero: las casas muy pobres no tienen cama, pero tienen televisor, y el televisor tiene la palabra. Comprado a plazos, ese animalito prueba la vocación democrática del progreso: a nadie escucha, pero habla para todos. Pobres y ricos conocen, así, las virtudes de los automóviles último modelo, y pobres y ricos se enteran de las ventajosas tasas de interés que tal o cual banco ofrece.
Los expertos saben convertir a las mercancías en mágicos conjuntos contra la soledad. Las cosas tienen atributos humanos: acarician, acompañan, comprenden, ayudan, el perfume te besa y el auto es el amigo que nunca falla. La cultura del consumo ha hecho de la soledad el más lucrativo de los mercados. Los agujeros del pecho se llenan atiborrándolos de cosas, o soñando con hacerlo. Y las cosas no solamente pueden abrazar: ellas también pueden ser símbolos de ascenso social, salvoconductos para atravesar las aduanas de la sociedad de clases, llaves que abren las puertas prohibidas.
Cuanto más exclusivas, mejor: las cosas te eligen y te salvan del anonimato multitudinario. La publicidad no informa sobre el producto que vende, o rara vez lo hace. Eso es lo de menos. Su función primordial consiste en compensar frustraciones y alimentar fantasías: ¿En quién quiere usted convertirse comprando esta loción de afeitar?
El criminólogo Anthony Platt ha observado que los delitos de la calle no son solamente fruto de la pobreza extrema. También son fruto de la ética individualista. La obsesión social del éxito, dice Platt, incide decisivamente sobre la apropiación ilegal de las cosas. Yo siempre he escuchado decir que el dinero no produce la felicidad; pero cualquier televidente pobre tiene motivos de sobra para creer que el dinero produce algo tan parecido, que la diferencia es asunto de especialistas.
Según el historiador Eric Hobsbawm, el siglo XX puso fin a siete mil años de vida humana centrada en la agricultura desde que aparecieron los primeros cultivos, a fines del paleolítico. La población mundial se urbaniza, los campesinos se hacen ciudadanos. En América Latina tenemos campos sin nadie y enormes hormigueros urbanos: las mayores ciudades del mundo, y las más injustas. Expulsados por la agricultura moderna de exportación, y por la erosión de sus tierras, los campesinos invaden los suburbios. Ellos creen que Dios está en todas partes, pero por experiencia saben que atiende en las grandes urbes. Las ciudades prometen trabajo, prosperidad, un porvenir para los hijos. En los campos, los esperadores miran pasar la vida, y mueren bostezando; en las ciudades, la vida ocurre, y llama.
Hacinados en tugurios, lo primero que descubren los recién llegados es que el trabajo falta y los brazos sobran, que nada es gratis y que los más caros artículos de lujo son el aire y el silencio. Mientras nacía el siglo XIV, fray Giordano da Rivalto pronunció en Florencia un elogio de las ciudades. Dijo que las ciudades crecían «porque la gente tiene el gusto de juntarse». Juntarse, encontrarse. Ahora, ¿quién se encuentra con quién? ¿Se encuentra la esperanza con la realidad? El deseo, ¿se encuentra con el mundo? Y la gente, ¿se encuentra con la gente? Si las relaciones humanas han sido reducidas a relaciones entre cosas, ¿cuánta gente se encuentra con las cosas?
El mundo entero tiende a convertirse en una gran pantalla de televisión, donde las cosas se miran pero no se tocan. Las mercancías en oferta invaden y privatizan los espacios públicos. Las estaciones de autobuses y de trenes, que hasta hace poco eran espacios de encuentro entre personas, se están convirtiendo ahora en espacios de exhibición comercial. El shopping center, o shopping mall, vidriera de todas las vidrieras, impone su presencia avasallante. Las multitudes acuden, en peregrinación, a este templo mayor de las misas del consumo. La mayoría de los devotos contempla, en éxtasis, las cosas que sus bolsillos no pueden pagar, mientras la minoría compradora se somete al bombardeo de la oferta incesante y extenuante. El gentío, que sube y baja por las escaleras mecánicas, viaja por el mundo: los maniquíes visten como en Milán o París y las máquinas suenan como en Chicago, y para ver y oír no es preciso pagar pasaje.
Los turistas venidos de los pueblos del interior, o de las ciudades que aún no han merecido estas bendiciones de la felicidad moderna, posan para la foto, al pie de las marcas internacionales más famosas, como antes posaban al pie de la estatua del prócer en la plaza. Beatriz Solano ha observado que los habitantes de los barrios suburbanos acuden al center, al shopping center, como antes acudían al centro. El tradicional paseo del fin de semana al centro de la ciudad, tiende a ser sustituido por la excursión a estos centros urbanos. Lavados y planchados y peinados, vestidos con sus mejores galas, los visitantes vienen a una fiesta donde no son convidados, pero pueden ser mirones.
Familias enteras emprenden el viaje en la cápsula espacial que recorre el universo del consumo, donde la estética del mercado ha diseñado un paisaje alucinante de modelos, marcas y etiquetas.
La cultura del consumo, cultura de lo efímero, condena todo al desuso mediático. Todo cambia al ritmo vertiginoso de la moda, puesta al servicio de la necesidad de vender. Las cosas envejecen en un parpadeo, para ser reemplazadas por otras cosas de vida fugaz. Hoy que lo único que permanece es la inseguridad, las mercancías, fabricadas para no durar, resultan tan volátiles como el capital que las financia y el trabajo que las genera. El dinero vuela a la velocidad de la luz: ayer estaba allá, hoy está aquí, mañana quién sabe, y todo trabajador es un desempleado en potencia.
Paradójicamente, los shoppings centers, reinos de la fugacidad, ofrecen la más exitosa ilusión de seguridad. Ellos resisten fuera del tiempo, sin edad y sin raíz, sin noche y sin día y sin memoria, y existen fuera del espacio, más allá de las turbulencias de la peligrosa realidad del mundo.
Los dueños del mundo usan al mundo como si fuera descartable: una mercancía de vida efímera, que se agota como se agotan, a poco de nacer, las imágenes que dispara la ametralladora de la televisión y las modas y los ídolos que la publicidad lanza, sin tregua, al mercado. Pero, ¿a qué otro mundo vamos a mudarnos? ¿Estamos todos obligados a creernos el cuento de que Dios ha vendido el planeta a unas cuantas empresas, porque estando de mal humor decidió privatizar el universo? La sociedad de consumo es una trampa cazabobos. Los que tienen la manija simulan ignorarlo, pero cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver que la gran mayoría de la gente consume poco, poquito y nada necesariamente, para garantizar la existencia de la poca naturaleza que nos queda. La injusticia social no es un error a corregir, ni un defecto a superar: es una necesidad esencial. No hay naturaleza capaz de alimentar a un shopping center del tamaño del planeta.

jueves, 13 de mayo de 2010

Venus de Willendorf, 22 000 años de madurez


Esta pequeña escultura cuya belleza fue rechazada por muchos celebró en el 2008 el centenario de su descubrimiento. La Venus forma parte de la colección del Naturhistorisches Museum, en Viena. Que opinas ¿es bella?

martes, 11 de mayo de 2010

AURORA AYALA, Mecánica Escénica ASESORIA Y SOLUCIONES

Acústica, Caja Escénica, Telones, Luces
Teléfonos 4508938 - 998127130

sábado, 8 de mayo de 2010

AFICHE OFICIAL (500 espacios simultáneos en el mundo)



ORGANIZAN EN LIMA: GREMIO DE ESCRITORES DEL PERU, EDUCAP, ARTEIDEA Y EL INSTITUTO PERUANO DE CULTURA IPEC

IV FESTIVAL LA PALABRA EN EL MUNDO 20 AL 25 DE MAYO, AV. SUCRE 1355



MARITA RONDON, SOPRANO INTERNACIONAL SE HA COMPROMETIDO CON PARTICIPAR EN LA FECHA DEL 22 DE MAYO CON TEMAS DE PREGONES PERUANOS Y MUSICA LATINOAMERICANA.

miércoles, 5 de mayo de 2010

¿Puedes dar tu opinión? SON INOCENTES los videojuegos de extrema violencia

Pues dar tu opinión ¿?

¿Son juegos inocentes los videojuegos de extrema violencia, con los que se divierten nuestros hijos??
Los padres ignoramos con qué videojuegos se divierten nuestros hijos y sus amigos.
Todas las voces en contra que se han levantado en los últimos años han recibido como respuestas que no hay nada malo. Incluso que algunas escenas de extrema violencia en algunos de ellos han sido eliminadas.
Lo malo es que esas escenas que los desarrolladores aceptaron eliminar, sólo fueron ocultadas y actualmente corren por internet la información correspondiente para desbloquearlas y las aprecien en toda su magnitud de odio, violencia, sangre y pedazos de carne humana colgadas en los postes de las avenidas, porque mal enemigo hay que eliminarlo si o si.
Los creadores o desarrolladores alegan libertad de empresa, creatividad. ¿Todo esto lo justifica el dinero? Sólo basta con categorizar estos videojuegos para “adultos, jóvenes o niños? Algunos amigos de mis hijos me dicen que así evaden los problemas de su casa. Juaquín, me confesó que su papá se los regala para que aprendiera a defenderse. ¿Es eso lo correcto?
Qué hacer los papás con este alto nivel de consumo de estos videojuegos
Pareciera que todos quieren sentirse como el protagonista de uno de estos juegos, experto en dar golpes combinando pies, puños y hasta una contundente motosierra con la que se corta en pedacitos a todos los enemigos, no importa que salpiquen su sangre, su carne y sus ideas.
Con qué se van a divertir estos niños y niñas dentro de 10 años.
¿Qué fines se persiguen con esta vinculación directa a las mentes de los niños?

OPINION CONTRA LA TOLERANCIA

JOSE SARAMAGO, Premio Nóbel de Literatura

Observados los comportamientos y las situaciones, ¿qué es entonces la tolerancia sino una intolerancia todavía capaz de vigilarse a sí misma, temerosa de verse denunciada ante sus propios ojos, siempre bajo la amenaza de un momento en que las circunstancias la obliguen a quitarse una máscara de las buenas intenciones que otras circunstancias le pegaron a la piel como si aparentemente fuera la propia? ¿Cuántas personas hoy intolerantes eran tolerantes todavía ayer?Tolerar (lo enseña el infalible diccionario de Morais) es soportar con indulgencia; soportar. Permitir tácitamente (lo que es censurable, peligroso, merecedor de castigo, etcétera). Permitir por ley (cultos diferentes de los de la religión considerada como del Estado). Admitir. Soportar, asimilar, digerir.Buena prueba de la última acepción sería, por ejemplo, la frase: Mi estómago no tolera la leche, lo que extrapolando, significa que el tolerante podría alegar que su estómago, en realidad, no soporta a negros ni a judíos, ni a nadie de esa raza universal que llamamos emigrantes, pero que, teniendo en cuenta ciertos deberes, ciertas reglas, y a veces ciertas necesidades materiales y prácticas, están dispuestos a permitirlos, a soportarlos con indulgencia, provisionalmente, hasta el día en que la paciencia se agote o las ventajas proporcionadas por la emigración sufran una disminución sensible.La tolerancia y la intolerancia son dos grados de una escala que no tiene otros. Desde el primer grado que es el suyo, la tolerancia lanza, a la planicie donde se encuentra la multitud de tolerados de todas las especies, una mirada que desearía que fuera comprensiva, pero que, muchas veces,busca en equívocas formas de compasión y de remordimiento su débil razón de ser.Desde lo alto del segundo grado, la intolerancia mira con odio la confusión de los extranjeros de raza o de nación que la rodean, y con irónico desprecio a la tolerancia, pues claramente ve que es frágil, asustadiza, indecisa, tan sujeta a la tentación de subir al segundo y fatal grado como incapaz de llevar hasta sus últimas consecuencias su perpleja ansia de justicia, que sería renunciar a lo que ha sido -simple permisión, aparente benevolencia- para convertirse en identificación e igualdad, es decir en respeto. O igualancia, la palabra nueva que falta aunque tenga tan bárbaro sonido...Tolerantes somos, tolerantes seguiremos siendo. Pero sólo hasta el día en que haberlo sido nos parezca tan contrario a la humanidad como hoy nos parece la intolerancia. Cuando llegue ese día, si llega alguna vez, comenzaremos a ser, por fin, humanos entre humanos

martes, 4 de mayo de 2010

PNUD/ Revista Latinoamericana de Desarrollo Humano

Bienes o Capacidades: la polémica entre Rawls y Sen
Marco Lorenzeli
1
John Rawls revolucionó el ambiente de la filosofía política en el año 1971 con la
publicación de su libro “A theory of justice”. Este trabajo tuvo también particular influencia
entre los economistas que buscaban una alternativa a la teoría del bienestar y al
utilitarismo. A pesar de que Rawls sostiene en el prefacio de “A theory of justice” que nada
nuevo está planteando y su objetivo es generalizar y llevar la teoría tradicional del
contrato social ya formulado por Locke, Rousseau y Kant, a un nivel más elevado de
abstracción, su planteamiento resultó profundamente removedor.
Entre los autores que más se benefició de la propuesta revolucionaria de Rawls se
encuentra el economista Amartya Sen. Sin embargo, el punto de atención de ambos
autores resulta diferente y esto llevó a que mantuvieran una polémica en torno a la
idea de justicia y de lo que debería considerarse una sociedad justa. A continuación
se plantean los puntos más relevantes de acuerdo y desacuerdo entre Rawls y Sen luego
de señalar los principales argumentos de cada uno.
John Rawls plantea en “Prioridad de lo justo e ideal del bien” (Rawls, 1996), una idea de
justicia como imparcialidad, esto significa que la prioridad de lo justo significa que los
principios de justicia política imponen límites sobre las maneras de vivir permisibles. De
aquí se deriva que los reclamos de los ciudadanos en cuanto a perseguir fines que violen
estos límites no deban ser considerados (Rawls, 1996: 171).
Ahora ¿cuál deben ser estos límites? Para Rawls una adecuada concepción política de
justicia debe suponer dos cosas:
a) que sean compartidas por ciudadanos considerados libres e iguales;
b) que no presupongan una doctrina comprensiva.
Claro que la propuesta no es de una sociedad de personas encuadradas en la misma
matriz ideológica en lo político, religioso o filosófico. Bastarán dos cosas para lograr una
idea compartida: primero, que los ciudadanos profesen la misma concepción política de sí
mismos como personas libres e iguales; y, segundo, que sus concepciones permisibles
del bien necesiten para su promoción más o menos los mismos bienes primarios (Rawls,
1996: 177).
Esta idea de igualdad (o casi) en los bienes primarios es el principal aporte de Rawls a la
teoría de justicia como imparcialidad. Los bienes primarios se definen como cosas que
necesitan los ciudadanos en tanto que personas libre e iguales (Rawls, 1996: 177). El
autor propone una lista no taxativa de esos bienes primarios:
1 El autor es economista uruguayo y alumno de la Escuela de Desarrollo Humano. Trabaja en el
PNUD de Uruguay como analista de políticas y ha trabajado como consultor de organismos
internacionales en materia de políticas sociales.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) 2
i) derechos y libertades básicas;
ii) libertad de desplazamiento y de elección de ocupación;
iii) poderes y prerrogativas de los puestos y cargos de responsabilidad en las
instituciones políticas y económicas;
iv) ingreso y riqueza;
v) bases sociales de respeto a sí mismo.
Esta lista de bienes primarios puede ampliarse siempre y cuando se respete el límite de la
justicia como imparcialidad y el límite de la simplicidad y disponibilidad de información
(Rawls, 1993: 178). Sin embargo, la ampliación de la lista también debería respetar el
espíritu de los cinco bienes enumerados que suponen medios y no fines para los
individuos.
Por su parte Sen criticó esta postura en “Justicia: medios contra libertades” (Sen, 1997).
Allí plantea que la idea de la justicia se encuentra en las libertades reales que gozan los
individuos. El autor declara su reconocimiento a la teoría de la justicia como imparcialidad
de Rawls, pero sostiene que la atención en las posesiones de medios para la libertad
(como por ejemplo los bienes primarios) no pueden proporcionar las comparaciones
interpersonales que constituyan una base informacional de la justicia (Sen, 1997: 110). En
particular, la diversidad interpersonal en la tasa de conversión de bienes primarios en
capacidades puede ser fuente de arbitrariedad si solo nos concentramos en los medios y
no en los fines.
Para Sen, las reivindicaciones individuales se han de evaluar no por los medios sino por
las libertades de que gozan realmente para elegir entre alternativos modos de vivir. Esta
es la libertad real de una persona y se representa por su capacidad para conseguir
combinaciones alternativas de realizaciones o haceres y estares (Sen, 1997: 113).
Rawls y Sen construyeron su andamiaje teórico siguiendo una misma preocupación:
generar una alternativa a la teoría utilitarista que se había erigido como dominante
en el ámbito de la economía y de la filosofía política. La oposición a que la justicia de
una sociedad puede evaluarse según la suma aritmética de las utilidades individuales de
sus integrantes, es el principal punto de contacto entre ambos autores.
Esta fuente de información resulta muy limitada para caracterizar a la sociedad en
cuestión y también resulta errónea la forma de combinación o agregación de dicha
información. En respuesta a la visión reduccionista de los utilitaristas, Rawls propone
centrarse en la distribución de los bienes primarios y Sen en las capacidades.
Aquí se encuentra la principal diferencia entre los dos autores. Mientras Rawls fija su
atención en los medios para lograr los fines deseados por los individuos, Sen se centra en
la libertad real de las personas concebida como la capacidad de lograr realizaciones. Lo
que constituye un fin para cada individuo.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) 3
Sen argumenta que como la capacidad para convertir los bienes primarios en libertad
varía de una persona a otra, la igualdad en la posesión de estos medios puede implicar
desigualdades en las libertades reales de que gozan las personas. Propone el ejemplo de
un minusválido que por su misma incapacidad no le alcanzará la misma dotación de
bienes primarios para convertirlos en libertad, en comparación con otro individuo en pleno
goce de todas sus facultades (Sen, 1997: 115).
Asimismo las conocidas diferencias culturales e institucionales entre mujeres y hombres
hacen que existan diferencias, a veces importantes, en la capacidad de convertir bienes
primarios en particular, o medios en general, en libertades. Estas diferencias pueden
resultar fuente de profundas diferencias en los resultados aun partiendo de un reparto
igualitario de bienes primarios.
Rawls argumenta en su defensa que aunque los ciudadanos no tengan iguales
capacidades, posen, al menos en un grado mínimamente aceptable, las capacidades
(morales, intelectuales y físicas) que les permiten ser integrantes plenamente
cooperadores de la sociedad (Rawls, 1996: 179). Inclusive propone que pueden aceptarse
variaciones en las capacidades, en las concepciones del bien y en los gustos y
preferencias, siempre y cuando ninguna de estas variaciones sean injustas o generen
injusticia. Lo cual se produciría si todos tienen la capacidad mínima de ser un miembro
cooperador de la sociedad. Si se asegura esta última condición se tolera la diferencia del
producto final surgido del reparto igualitario de bienes primarios.
Bibliografía
Rawls J. 1996. “Prioridad de lo justo e ideas del bien”, en Liberalismo político, UNAM –
FCE, México, pp 171 – 203.
Sen A., 1997. “Justicia: medios contra libertades”, en Bienestar, justicia y mercado, Paidos
– ICE – UAB, Barcelona, pp 109 – 121.

PNUD/ Revista Latinoamericana de Desarrollo Humano Entrevista: Una mirada al desarrollo humano en el Perú

Una mirada al desarrollo humano en el Perú
Entrevista a Luis Vargas Aybar, a propósito de la presentación del Informe sobre Desarrollo Humano Perú 2009 “Por una densidad del Estado al servicio de la gente”
No se trata de un recetario de medidas. Luis Vargas Aybar, coordinador del informe, resulta enfático al señalar que se trata, por el contrario, de un conjunto de propuestas y de análisis que permitan adoptar las decisiones correspondientes para reducir las brechas, superar las carencias y utilizar de la mejor manera los recursos que se poseen. Conversamos precisamente con él, quien nos da mayores alcances de este innovador Informe, que en esta oportunidad se presenta en dos tomos
Está por presentarse el Informe sobre Desarrollo Humano Perú 2009, donde tocan el tema del Estado…
Así es. Las sociedades para avanzar han tenido que organizarse bajo sus propios patrones culturales y características, para lo cual han ido creando un conjunto de instituciones que regulan y fomentan su propio desarrollo como sociedad. Una de esas grandes instituciones, históricamente creada en casi todos los pueblos del mundo, es lo que denominamos Estado. El Estado es la institución que organiza la vida de los pueblos por encargo de los propios pueblos. En el Informe sobre Desarrollo Humano 2009, que se titula “Por una densidad del Estado al servicio de la gente”, lo que hacemos es tomar este punto de partida para darle continuidad a una línea de pensamiento que el PNUD Perú viene desarrollando desde principios de esta década a través de los Informes sobre Desarrollo Humano.
¿Por qué eligieron este tema?
A partir de la reflexión sobre la realidad nacional surge la idea de contestarse dos o tres preguntas sencillas: ¿El Estado peruano está presente en el territorio nacional de igual forma? ¿Satisface a la sociedad en sus distintos requerimientos en la misma cantidad y con la misma calidad? ¿Las distintas poblaciones del país usan de forma equitativa los servicios que el Estado les brinda? Y por último, la gran pregunta que nos formulamos: ¿El Estado que hoy tenemos sirve para el fomento del desarrollo humano? Para explorar las respuestas a estas y otras interrogantes, nos hemos permitido reflexionar sobre tres conceptos básicos: Estado, Desarrollo humano y Territorio. Son las tres dimensiones que trabajamos en el Informe.
¿Cómo han enfocado ese análisis territorial?
Hemos querido mirar el territorio nacional desde la perspectiva de las cuencas. La cuenca, como usted sabe, es un territorio que se forma por el curso de las aguas de los ríos y sus tributarios a un río principal, que van demarcando un espacio físico. Alrededor de él se organiza la vida de la gente, de la fauna y de la flora, en general. Por tanto, esta mirada territorial del país da elementos enriquecedores para una gestión integral de los territorios. Este análisis se recoge, principalmente, en el tomo titulado “Una visión desde las cuencas”.
También se han enfocado en ver la presencia del Estado en el país.
Sí, también hemos querido ver cuánto Estado hay al servicio de la gente en los distintos espacios. Y para eso hemos usado los servicios básicos. Es en el tomo que llamamos “Las brechas en el territorio”, donde vemos cuánto de esos servicios básicos satisfacen las necesidades de la gente. O al revés, si la gente usa efectivamente los servicios básicos que el Estado u otro, por encargo del Estado, les pone a disposición. De esta manera creemos, sin ninguna falsa modestia, que el informe muestra por primera vez, en el territorio y de manera completamente tangible, cuáles son las características de la población y de los servicios que el Estado u otros le prestan. Esta mirada –a nivel provincial– permite tomar decisiones a futuro.
En el caso de las cuencas ¿con qué panorama se han encontrado?
En el caso del manejo de las cuencas uno constata que el territorio peruano representa menos del 1% de los territorios habitados en el mundo. Sin embargo, el Perú es depositario del 4.6% del agua dulce que existe en el mundo. Eso quiere decir que no es un país carente de agua dulce. Lo que sucede es que hay un inadecuado manejo de dicho recurso, que hace que, hasta la fecha, cerca de 10 millones de personas no tengan acceso a los servicios de agua y desagüe que la dignidad humana reclama. Este hecho es lo que nos lleva a pensar que hay ciertas brechas intolerables que deberían ser atendidas con máxima prioridad. La gente que sufre estas carencias limita sus posibilidades de desarrollo futuro.
¿Una de esas carencias que imposibilitan el desarrollo está vinculada a la identidad?
No tener un documento de identidad coloca a la persona humana en una condición de N.N. El niño no puede tener ningún acceso a posibilidades educativas o de salud si no tiene un nombre. Y el adulto, si no tiene un documento, está limitado en sus funciones básicas. No puede tomar un empleo, no puede tener un seguro, no puede hacer un negocio, no puede sacar una licencia, no puede casarse, no puede acreditar hijos si es que los tiene. Entonces, nosotros señalamos que, si bien se ha avanzado mucho y se han logrado procesos de modernización para documentar, todavía nos queda un porcentaj de población que no lo tiene. Y esta es una carencia que éticamente afecta a toda la sociedad.
También se refieren a aspectos como la salud o el acceso a fuentes de energía…
Se verificó si todas las personas tienen o no acceso a un servicio de salud, si es que hay personal calificado en su pueblo, en su provincia. Encontramos que hay muchos lugares donde esta deficiencia todavía sigue siendo marcada. Asimismo, vemos hogares que no disponen de una fuente de energía, sin la cual es muy difícil imaginar las posibilidades de desarrollo futuro. Las poblaciones que carecen de una fuente de energía no sólo no se alumbran, sino que además deterioran su calidad de vida: no pueden almacenar alimentos, no pueden desarrollar niveles de conocimientos mayores, no pueden comunicarse con el mundo externo.
¿Y en el caso de la educación?
En el caso de la educación también se nota que en las últimas décadas ha habido grandes avances en términos de cobertura, sobre todo en el nivel primario. Nosotros lo que hemos querido con este y con los otros indicadores es buscar el punto de encuentro entre lo que se ofrece, como servicio, y lo que la población toma y usa de ese servicio. Por esa razón hemos querido medir la asistencia de los jóvenes de 12 y 16 años a la educación secundaria. ¿Por qué? Porque la normativa internacional dice que entre los 12 y 16 años los jóvenes deberían estar en la secundaria. Y nosotros queríamos ver en el Perú, cuánto de esto se cumple. Hemos encontrado que hay regiones y provincias donde todavía hay que hacer un esfuerzo para lograr que estos jóvenes alcancen, a las edades correctas, los niveles de educación que les corresponden (muchos jóvenes pueden estar en secundaria con 18 ó 20 años o se han quedado con sólo educación primaria). Aquí hay una novedad interesante en términos de género: hemos encontrado, en el ámbito urbano, que ya hay más mujeres entre 12 y 16 años asistiendo a la escuela secundaria que varones. Ese es un cambio histórico. Y en el ámbito rural, todavía la presencia masculina es un poco más alta pero con brechas cada vez más reducidas. Esto quiere decir, entre otras cosas, que hay un cambio en la mentalidad de los padres, que reconocen que la educación es muy importante tanto para hombres como para mujeres.
Finalmente, ¿qué se busca con este informe?
Como con los otros informes, nuestra mayor aspiración es que provoque debate. El informe no es una tesis académica. No es un plan de gobierno. El informe es un documento trabajado con rigor científico para develar una realidad, para hacer propuestas, y para que los que toman decisiones se apoyen en ellas. Esta es la principal aspiración que tenemos con estos documentos. A mediados del próximo mes de abril serán presentados ante la sociedad peruana, y allí estarán, en físico y en vía electrónica, a disposición de todos los interesados. Junto con los dos tomos de este informe, presentamos, además, un libro que recoge la opinión de 18 especialistas, quienes desde distintos ángulos hablan sobre el Estado peruano y sus posibilidades a futuro.

YAWAR FIESTA/ Mural Raúl Luza MADRID 1992


Frontis del Colegio Pintor Rosales del Ayuntamiento de Madrid
500 años

La picantería Arequipeña: cambios y continuidad culinaria

http://sisbib.unmsm.edu.pe/BibVirtualData/publicaciones/revis-antropo/n3_2005/07.pdf

HERNAN CORNEJO VELASQUEZ
Mg. Antropología, Profesor UNMSM, Investigador de USMP
hcornejo@lamolina.edu.pe



RESUMEN
Este artículo presenta los principales cambios externos e internos que
están presentando las picanterías arequipeñas2. Además, el ascenso social
que están experimentando, los grupos sociales que las frecuentan
y las variedades culinarias y gastronómicas que ofrecen, como también
los horarios, dinámica y vitalidad cultural a través de la reproducción
de costumbres. Finalmente se reflexiona acerca del futuro de las picanterías
arequipeñas, el nuevo rumbo que tomarán los comensales y picanteros
de antaño, la fuerza de la tradición y la necesidad de preservar el sabor
frente a los precios y las tarjetas de crédito.
Palabras claves: Picanterías - Arte culinario - Gastronomía
ABSTRACT
This article presents the external and internal main changes that are
presenting the picanterías arequipeñas. Also, the social ascent that is
experiencing, the social groups that frequent them and the culinary and
gastronomic varieties that offer, as well as the schedules, dynamics and
cultural vitality through the reproduction of customs. Finally it is meditated
about the future of the picanterías arequipeñas, the new direction that you/
they will take the diners and picanteros of in the past, the force of the
tradition and the necessity to preserve the flavor in front of the prices and
the credit cards.
Keywords: Shaper - Kitchen art - Gastronomy

viernes, 30 de abril de 2010

PODER DE LA CULTURA EN EL SIGLO XXi

Lean esta estrevista de José Luis Ayala en la Primera. Denme su opiniónPoder de la Cultura en el siglo XXI

Edgar Montiel está en Lima invitado para participar como principal ponente en el Seminario de Filosofía Peruana y Latinoamericana, organizado por la Facultad de Letras y Humanidades de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con el auspicio del centro de Estudiantes de Filosofía y la Cátedra del Seminario de Filosofía en el Perú. El tema que abordó fue Repensar la Independencia de la Américas para reformar las Repúblicas Pero la noticia es el anuncio de la inminente edición de su libro El Poder de la Cultura, en la Editorial Fondo de Cultura Económica de México. Así, el filósofo, ensayista, economista peruano y Jefe de Políticas Culturales de la UNESCO (París), reúne en ese texto, dos décadas de experiencia en la promoción de Políticas Públicas desde la cultura. En esta entrevista, en síntesis, Montiel sostiene que la cultura debe constituir un recurso estratégico para la estabilidad política, la cohesión social y el desarrollo económico.

- ¿Por qué se otorga en el libro un poder estratégico a la cultura?, ¿cuál es su pertinencia para nuestros días?
- En cierta forma se puede señalar que la cultura es un poder equivalente a otros poderes reconocidos (como el político, el económic o el militar), pero con su propia especificidad, como cada uno de esos poderes. En el caso de la cultura, se trata de un poder de otra naturaleza, tiene otro contenido, otros métodos, además de una eficacia y capacidad diferentes al poder bélico o al poder económico. Para entender mejor es necesario referirse a dos conceptos que encierra el término poder. Ninguno precede al otro, ambos están fusionados como un cuerpo y su sombra. En el contexto de las relaciones internacionales, por ejemplo, el poder se define como la capacidad de modificar el comportamiento de otros actores (es el caso de Estados o sociedades). Esta capacidad o poder de influencia por lo general está sustentada en otra forma de poder: la posesión de recursos tangibles e intangibles.

- ¿Por qué la cultura es precisamente un poder estratégico?
- Respondo a esta pregunta con un ejemplo extraído de la historia. Una de las preocupaciones de las potencias coloniales desde el siglo XVI fue la de imponer su religión, lengua, escala de valores; es decir, “tomar por asalto” la identidad de aquellas comunidades por colonizarlas y transformarlas. Al proceder así, más que un empleo de la fuerza militar, se utilizaba diversos métodos para la conquista de los espíritus: la religión y sus dogmas, la extirpación de idolatrías, el fomento de ciertas prácticas en detrimento de otras, la enseñanza de la lengua del colonizador. Todo esto puede ser concebido como una empresa cultural. Para el conquistado, a su vez, buena parte de su resistencia contra el conquistador se dio en el ámbito de la cultura. Al preservar su lengua, su cosmovisión, intentó guardar equilibrio entre su identidad y actuación en ese nuevo orden. La cultura por tanto, es un poder, podemos con ella intentar influir y modificar a distintas colectividades. Y es estratégica, puede concebirse como un medio empleado para lograr un objetivo -los métodos para vencer al adversario-, sin desenvainar la espada.

- ¿No hay el riesgo de hacer de la cultura un instrumento de dominio?
- Es un instrumento de dominio. No hay que tener una visión seráfica y neutra de ella. La cultura ha sido siempre un recurso de dominio, de disputa, de influencia pero también de resistencia. Quizás está en reducir los diferentes planos de la cultura a uno solo: el de las bellas artes, las cuales han sido ubicadas en la esfera de la autonomía. La cultura es un recurso poderosísimo de persuasión. Es por esto que abordajes como los de Joseph Nye, que ha acuñado el término de poder blando para hablar del papel de la cultura y las prácticas políticas en las relaciones internacionales, nos muestran que la cultura es un tema que preocupa a los Estados, a las cancillerías.

- Sin embargo podríamos preguntarnos cuánto puede influir la “persuasión cultural” en un grupo de personas “convencidas”. ¿Cuánto puede influir el poder blando de una nación en un grupo fanatizado?
- Una de las características de las culturas es que actúa como un poder difuso, molecular, diríamos homeopático. No posee el impacto inmediato y cuantificable que tiene el poder militar o económico en una determinada situación. Pero esto no quiere decir que deje de tener influencia en las personas que lo reciben. A medida que es “molecular”, se asienta poco a poco en las conciencias de manera que cambia comportamientos y actitudes. Quizás esto no sea suficiente para cambiar súbitamente a masas fanatizadas, pero si con esa capacidad de trasmisión que tienen los medios de comunicación se promoviera la comprensión mutua, la interculturalidad activa, y no esa apología de la violencia fácil, esa xenofobia que no dice su nombre, la marginalidad como exotismo, y esa opulencia y consumismo compulsivo -recurriendo a reiterados efectos especiales-, no se estaría alimentando a toda hora a los demonios del fanatismo. El desafío mayor lo constituye la incorporación en las escuelas, desde los primeros años, de una educación intercultural, abierta a la comprensión del otro. Esto crearía un hábito dialógico en las nuevas generaciones y avanzaríamos en el esfuerzo de aprender a vivir juntos.

- ¿Quiénes o qué instituciones ejercen el poder cultural?
- A pesar de que gran parte del poder cultural está en manos de megaconsorcios, o de Estados poderosos, existe una resistencia en los distintos universos culturales para cambiar esto. Esas multitudes a las que se refieren Hardt y Negri. Ellas se sirven de las nuevas tecnologías, en especial de Internet, para realizar contraofensivas. En el ámbito propiamente cultural, el poder cada vez mayor de la Red la vemos en el renacimiento de expresiones artísticas de los países del Sur -un poco folclorizados, quizá- como la música. Sin embargo, esto también podría entenderse dentro de la tendencia actual de transformar todo en un espectáculo. Todo lo que es tocado por una cámara de televisión se convierte en una representación, en un espectáculo: una ceremonia budista, un tsunami en el extremo oriente o un atentado terrorista. Esta óptica de las cosas no estimula un conocimiento real, un verdadero interés por las prácticas culturales en diversas regiones. Se ha dado el caso de documentales sobre campos de concentración, convertidos por la imagen en destinos para el turismo de masas, y no en centros de reflexión y recogimiento.

-Si gran parte del poder cultural es ejercido por consorcios no estatales, hay una parte del mismo ejercido por el Estado.
- Esto es cierto. Es por esto que he dedicado un capítulo referido a la visión que tenía al respecto De Gaulle. Después de la Segunda Guerra Mundial, debido al proceso de descolonización, emergen nuevas naciones tanto en África como en Asia y se establece una nueva geopolítica de las naciones. Uno de los estadistas que vio con claridad este hecho fue De Gaulle, pues ante la tendencia mundial de independencia y liberación de estos pueblos que poseían una fuerza nacionalista difícil de detener, él ve que era necesario establecer una política internacional “tercerista”, una geopolítica de las naciones basada en las identidades y las especificidades nacionales. El cemento constitutivo que une estos nuevos Estados era la cultura. Y esto es aún más vigente en nuestros días. Recordemos las palabras del presidente chino en su visita a París en el 2001. Uno de los argumentos que expuso es que la China era heredera de una vieja cultura, es decir heredera de manifestaciones culturales de excelencia en muchos ámbitos: en la medicina, arquitectura, cocina, etc.

-¿Cómo puede hacerse más dinámico el poder cultural que posee un país o una región? ¿Los países del Sur, por ejemplo, de qué manera podrían incrementar sus recursos en poder intangible?
-Existen diferentes modos. Uno de ellos es a través de los mecanismos diplomáticos. Se ha generado una diplomacia cultural para promover y dinamizar la imagen cultural de un país y su contribución al mundo. Los gobiernos tienen dependencias encargadas de los intercambios culturales. Con la creación de centros culturales como el Goethe Institut, la Alianza Francesa, el British Council o el Instituto Cervantes, el Instituto Confucio, se fomenta la lengua y se irradian manifestaciones y programas culturales de manera sistemática.

Pongamos el caso del Perú, un país con cinco mil años de antigüedad, desde Caral, con un Estado embrionario contemporáneo a las culturas mesopotámicas y orientales, la pregunta que surge en este caso es qué hacer con esta herencia. Una política de espaldas a la historia y la memoria sería algo incoherente. Tomando en cuenta también la presencia de más del 10% de su población en el exterior. Todo esto invitaría al Perú a reformar su servicio exterior para que pueda movilizar a la cultura en función del desarrollo y de la cooperación internacional, y poder estimular así los intercambios científicos, técnicos y económicos. Otro aspecto importante es la incorporación de los peruanos del exterior en los planes de desarrollo nacional. Junto a los roles convencionales de los cónsules y agregados se podría crear la figura de los cooperantes o mediadores voluntarios tanto para los servicios consulares, como para el ámbito cultural, educativo y científico.

- Si se toma en cuenta el criterio de que “patrimonio intangible” es equivalente a las costumbres heredadas por un pueblo, aparece una objeción: ¿por qué mantener un patrimonio intangible “perverso”? ¿Qué sucede con costumbres como la poligamia o la ablación al útero de la mujer en el caso de algunos pueblos del África, los cuales al ser heredados forman parte —en apariencia- de su patrimonio intangible?
- Es cierto hay tradiciones que son nefastas y de lo que se trata es de superarlas: es el caso del machismo, de la discriminación de la mujer, de prácticas xenófobas o castigos como la lapidación. La Convención menciona que se fomenta el patrimonio inmaterial, la diversidad cultural de todas aquellas manifestaciones que no atenten contra la integridad física ni los derechos humanos. Esto confirma la tesis de que la cultura no es neutra, exenta de impurezas, corno algunos pretenden.

- Quizás en teoría sea conveniente preservar ,por ejemplo ,una lengua hablada por mil personas, pero ¿no frenaría esto el desarrollo científico o tecnológico de esa persona al no tener acceso a información que en general se difunde en otras lenguas?
- Lo que se trata es de preservar todo el patrimonio intangible, sea o no minoritario. Siguiendo el ejemplo, no se busca de defender una lengua contra otra, lo que se trata es hacer que las personas no sean monolingües, sino bilingües o incluso trilingües, para que ellas puedan tener acceso a la información y comprender la cosmovisión de otros grupos. Ha comenzado un verdadero esfuerzo para que las nuevas generaciones encuentren un mundo no empobrecido por el paso del tiempo sino por lo menos preservado y enriquecido por el aporte de los nuevos tiempos. Las nuevas generaciones tienen ahora nuevos desafíos, como el tener que ser plurilingües o multiculturales, tener una apertura a la diversidad cognoscitiva, espiritual y estética.


José Luis Ayala.
Editor de Cultura

jueves, 29 de abril de 2010

Con Manuel Serrano,Jorge Luis Roncal, Gustavo Rojas y Mercedes Castillo

Consejo en pleno



Dante Valdez, Hernán Cornejo, Luis Valdez, Raúl Luza, Jori Sagastizabal,Gustavo Valdez y Roberto Bocanegra

JURAMENTACION EN EDUCAP 08/04/2010



El Profesor Gustavo Rojas, Presidente de EDUCAP toma el Juramento a Luis Valdez Pallete, Presidente del IPEC

Consejo Directivo

Luis Valdez Pallete
Presidente
Raúl Luza Luyo
Vicepresidente

Areas de
Música: Dante Valdez
Artes Plásticas: Jori Zagastizabal
Sociales: Hernán Cornejo Velásquez
Pedagogía: Gustavo Valdez y Evaristo Lozano

Director: Roberto Bocanegra Herrera

Camino sin fronteras

poemario de Luis Valdez Pallete Lima-2005