Sólo hasta el 9 de
octubre, de lunes a jueves a las 8 p.m.,
en la cómoda Sala de Ensayo de la legendaria Escuela Nacional Superior de Arte
Dramático (ENSAD), los estudiantes de arte y todo aquel que quiera revitalizar
o germinar su pasión por el ARTE. están convocados. General S/. 20.00
Estudiantes S/.10.00
INGENIOSO,
ATRACTIVO Y SUGERENTE MONTAJE TEATRAL
EL
DIVERGENTE HUMAREDA EN “NOCHES DE LUNA”
Un
feliz y riguroso encuentro con el alma del consagrado pintor Víctor Humareda es
el resultado de la propuesta escénica de Jorge Sarmiento (Director), César Vega
Herrera (autor), y Pepe Sialer (Director
de Arte). La profunda capacidad de sentir, pensar y expresar del gran artista
peruano se visualizan durante 105
minutos, en acciones en las que el silencio
palpita, la melancolía se enhiesta
y las oscuridades de la creación se iluminan.
Los
personajes que plasmó Humareda en sus lienzos,
irrumpen y emergen apropiándose de todos los planos y niveles del
espacio escénico en una vertiginosa confrontación con él, hurgando el
imaginario de pintor divergente, artista, poeta del color y su entorno
existencial de la Parada (hoy
desaparecida) y de ese emergente rincón de Lima que al paso de los años se
convirtió en el emporio comercial de Gamarra.
Antes
de presenciar el espectáculo me mostré un poco prejuiciado porque conocí a
Humareda en los años 70, artista de caminar sombrío y solemne, gesticulador
como él solo, creador de frases que,
cuando se encontraba entre amigos, bailaba el tango dejando huella hasta
sumergirse en su sonrisa vital. Debo reconocer que me ganó el hecho teatral,
los actores. actrices y bailarines de NOCHES DE LUNA realizaron una
acertadísima y encomiable labor interpretativa donde Rafael Hernández, logra
una riqueza gestual que va más allá del personaje, imprimiendo su personal
sello de sabio actor y pedagogo, globalizándose un homenaje superlativo a un
HUMAREDA que trasciende el amor.
La
plurimedialidad del montaje, dinamiza y enriquece la obra de nuestro dramaturgo
César Vega Herrera, de cuyo texto brotan sustancias de expresión y contenido de
altísimo nivel. Jorge Sarmiento se muestra como
un director creativo que cuida su línea de dirección para evitar que los
personajes se desborden y caigan en la exageración fácil y peligrosa. Hay
escenas dignas de pasar a la historia del teatro peruano. El bello programa de
mano y afiche forman parte indisoluble
del montaje.
Roberto Bocanegra
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